Te comparto mis recuerdos; Mi Barrio con sus interminables pasillos; el almacén de la vuelta; mi casa vieja vieja de madera pintada de celeste; mi gran y hermoso patio; los arboles, aunque en la actualidad quede uno solo en pie, los veranos jugando al carnaval con mis hermanas; mi infancia feliz en el jardín de infantes; los paseos en tren "tomasito", la alegría de ver llegar a mi papa de su trabajo con su eterna bolsa de caramelos; nunca te lo dije viejo: pero confieso; cuando me decías que saque SOLO 2 CARAMELOS; yo siempre sacaba 3; esperar a los sábados para que mis hermanas vinieran de sus trabajos para salir a pasear, salidas inolvidables, como La Rural, el zoológico de Buenos Aires, el Soleil, mis cumpleaños que solo gracias a ellas los podía festejar.
En este párrafo un humilde homenaje a los que me trajeron a este mundo, y me pongo de pie... mis padres, como olvidar los guisos de la vieja, las tortas fritas de mi viejo las tardes de lluvia, el mate cocido con leche por las mañanas de invierno, y tampoco puedo dejar pasar los increíbles malabares que mi madre hacia cuando nos enfermábamos de alguna gripe o por haber comido demasiado. HERMOSOS E IMBORRABLES RECUERDOS.
Para terminar un llamado a la solidaridad "se necesitan personas con ganas de volver a aquellos tiempos viejos" donde la carta se ecribia con lápiz y papel, donde la palabra de una persona era mucho mas que valiosa, donde las amistades se valoraban, donde la casa era un lugar para volver y no para huir, donde los niñez duraba al menos hasta los 15 años (eso me enseñaron mis padres), donde el lunes para un trabajador era sagrado, donde si te caías en la calle habían muchas personas para levantarte y no muchas personas que pasaban de largo, donde podamos juntarnos con vecinos a jugar al fútbol, donde se valoraba dormir la siesta... volvamos a los libros, volvamos a comer en familia, volvamos simplemente volvamos... a LOS TIEMPOS VIEJOS...
continuara...